Esa lucecita
late en mi noche.
Pedazo de tarde
desafiando la muerte.
Presencia tenue,
no necesita decoro,
me inunda su canto,
me baña de luz.
Eres tu,
fotón diminuto,
quien despierta
la esquina vacía
de mis ojos.Azul intenso que somos, un mundo vivo bajo el oceáno y en el infinito eterno que nos cubre. Aquí estás vuelto palabra desprendida, libre.