Apóstol de la amistad distendida en el
diálogo compañero
del amor al paisaje eternizado en tus retratos
del SÍ al hermano, la hermana más allá de
las fronteras
de la gratitud incrustada en tus pulmones.
¡Cuántos poemas recordaste en regocijo!
¡Cuánta música contagiada en la palabra
nocturna!
¡Cuánto saber conquistado en los libros!
No había hora para despedidas
Ni condiciones para extender tus manos.
El destino te arrebata la sonrisa
demasiado temprano en esta fatídica tarde
dolor infinito nos acuchilla el alma
incomprendidas
razones secuestraron tus días.
Este partir insospechado
deja añoranza de patria
¡Ah mundo Barquisimeto!
Ahora bañas con el golpe tocuyano
esta tierra de cobijo.
La Divina Pastora abraza a La Dolorosa
bendiciendo tus cenizas,
esparcida queda tu memoria en la nueva
casa,
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