camino a la mar

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CAMINO A LA MAR. Proyectomatriz

sábado, 27 de agosto de 2011

PASIÓN


La pasión es locura
subvierte todo orden
se ríe de la razón
y se escapa del fin
como ladrón
en la noche
que corre sin rumbo
sin meta
sin premio.

Arrastra como río en crecida
se lleva a su paso
cuanto se interpone
no valen lógicas
orgullo
pasado
futuro
ni siquiera el miedo
es capaz de poder.

Fuego
que quema
la piel
y gana la batalla
sin misil alguno,
no se domestica
a pesar de mil intentos
o de las palabras
o de los momentos
de sabiduría y de reflexión.

La pasión se consigue
sin buscar
y no pasa de largo
se instala, se sepulta
en una casa enterrada
sin puertas ni ventanas
sin teléfono y sin luz
se convierte en aire
en humedad
hasta los huesos toca
como epidemia
sin cura, sin control.

Huir, imposible
regresa como ola
acariciando la orilla,
sin bloqueo,
implacable como huracán
que arranca raíces
y revuelve
sin permiso,
despiadada.

Solo la paciencia puede
porque en medio
de la locura, del desorden
y la sin razón
como todo,
o casi todo
sin pena,
sin gloria
inadvertida
sin despedida
se escapa,
pasa,
se va.

sábado, 13 de agosto de 2011

Sin mancha



Todo huele a azul y verde
está pegado en las ventanas.
El viento trae tu voz:
resuena, 
está en el aire.
Viajo a tu idea otra vez,
aunque no quiera sangro.

¿Qué pudo ser si ahora estuvieras?
¿por qué el miedo se levanta,
arranca raíces
y enmudece  palabras?
¿Por qué el miedo no deja ser?


Preferimos equilibrio,
que todo siga.
Vestimos dureza: 
máscara del terror.
Ahogamos el roce de brisa
que quema el alma.

¿Dónde está la libertad?
también la libertad hiere y mata
la queremos cuando no trastoca
cuando tiene límite,
la que va por el monte y se pierde
a esa le ponemos cerco
porque se lleva todas las hojas consigo
le damos la espalda
y que todo siga igual,
sin mancha.

sábado, 6 de agosto de 2011

HAMBRE

El hambre tiene millones de rostros,
ojos sin cara preguntando por qué
Etiopía, Guatemala, Haití,
Angola, Somalia...
un mundo en continentes esparcido:
cuerpos olvidados en el sol y el viento
hundiéndose en el mar sin fondo
con gritos que nadie quiere oír.

El hambre es polvo
derramado en la calle;
millones de niños sin color,
huérfanos de nombre y tiempo
amamantados de arena;
con entrañas desagarradas,
piel sin venas.
Creemos que no nos pertenece,
no la vemos;
estamos enfermos,
somos ciegos, sin oídos
preferimos un mundo mutilado;
la felicidad a costa de la muerte,
una isla de pocos sobre las cabezas de más de la mitad del mundo
somos felices con brazos cortados danzando sin sentido;
estamos enfermos:
no vemos, 
no oímos
no queremos ver, 
no queremos oír,
compramos bienestar sobre la muerte.