Rojo vestido de luto.
Se fue su “Por ahora”,
dio un ADIOS
cargado de agonía.
Inédito su paso vivo,
inédito su descanso.
Amor y odio.
Remolino y polvareda.
Fuego y aguacero.
Quedarán grabadas las piedras de este singular camino.
Perpetuarán su nombre.
Y sus guardianes: los que no tuvieron voz,
excluidos de la mesa y sus repartos,
cantarán a la esperanza,
hasta la victoria siempre:
bandera de su líder.
La historia dirá cuando ya no estemos,
cuando otros puedan ver sin subterfugios:
un hito quedó incrustado en nuestro tiempo,
esta tierra no fue la misma
ni para afectos ni para adversarios.
Hora triste
¿Qué es la vida sin afectos?
Por algo se ama.
Por algo no se olvida.
En esta triste hora
ojala escuchemos,
que se duerma la lógica
Muy hermoso Beatriz! gracias por compartir tu poesía!!
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