Si supieras.
Tu alegría es mi alimento,
energía conectada a mi espíritu
se reproduce,
se hace mía.
Tu palabra me aviva el pensamiento,
da vueltas, me ronda.
Conversa después de tu silencio.
Si supieras que te aprendo:
es grande tu lección,
Vida escrita en mayúscula.
Me intercepta tu pregunta:
Resuena hasta encontrar razones en tu ausencia.
En realidad soy yo quien tiene motivos para un “gracias”
por tu canción, tu música, tu espíritu,
el brindis en una noche contagiada de risa,
tantos colores en ese tapiz que somos cuando nos juntamos,
tanta historia contada a retazos,
tanto andar sembrando vida.
No hay distancia lo suficientemente grande
Si supieras que gracias a ti,
aquí estoy,
aquí sigo.